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Guía básica para comenzar tu proyecto de Startup y no morir en el intento

Guía Startup

 

“El 90% del éxito se basa simplemente en insistir.”

Woody Allen

 

Todos hemos soñado alguna vez con empezar a materializar nuestro proyecto, y en nuestra mente se ve como algo sencillo y fenomenal.

 

Llevamos meses dándole vueltas a esa idea que va a revolucionar el mercado y que nos permitirá dedicarnos a ello y por fin ser nuestros propios jefes.

 

Quizá se trate de ese proyecto artístico que tenemos aparcado desde hace años, y que finalmente hemos decidido sacar adelante y lanzarnos.

 

O bien simplemente hemos comenzado a ofrecer nuestros servicios y estamos empezando poco a poco.

 

Sea como sea, has empezado tu proyecto, pero ves que la cosa va tranquila.

 

Muy tranquila.

 

Demasiado tranquila.

 

Y es que cuando uno comienza a crear un proyecto, a crear “una startup”, se da cuenta de que iniciar un proyecto tiene sus pros y contras:

 

 

Tú eres tu propio jefe ahora, y no estás acostumbrado

 

Si, llevas la mitad de tu vida obedeciendo las instrucciones y siguiendo el camino que tus profesores te han dado, y la otra mitad obdeciendo las indicaciones de tus jefes.

 

Ahora que eres tú el que ha de organizarlo todo, te das cuenta de que es más complicado de lo que parece, porque ahora todo depende de ti.

 

Antes dependías de esas personas que te decían qué hacer, cómo hacerlo, y en cuanto tiempo.

 

Y de repente tienes un auténtico mar de libertad, para hacerlo todo como tu quieras.

 

Estás un poco perdido porque es un camino inexplorado.

 

Y a veces puede ser abrumador.

 

 

Procrastinación y Perfeccionismo

 

A veces podemos sentir falta de convicción al comenzar un proyecto, pero sólo es temporal.

 

Ello puede hacernos procrastinar, o no priorizar las tareas convenientemente para hacer prosperar nuestro negocio, startup, o como quieras llamarlo.

 

Es entonces cuando empiezas a valorar a aquellos jefes que tuviste en el pasado, o a esas personas que crearon algo y empiezas a sentir fascinación por su fuerza y determinación.

 

 

Saborea un auténtico mar de libertad

 

Pero a la par que sientes esa sensación abrumadora, también sientes esa sensación de libertad de poder montártelo como quieras, y de hacer un proyecto exactamente a tu gusto.

 

Y esa sensación no hay nada que lo pague.

 

Esa sensación de que tú (o tu equipo si ese es el caso) lo estás construyendo y lo estás consiguiendo.

 

Esa sensación de que te saliste del camino preestablecido para arriesgarte y probar algo nuevo.

 

Y lo mejor, esa sensación de descubrir que está funcionando.

 

Cuando ves que los frutos van apareciendo es una sensación maravillosa 🙂

 

 

 

Los cambios de rumbo en el proyecto

 

A medida que vas adentrándote en tu negocio y construyéndolo poco a poco, vas viendo que hay cosas que funcionan, y cosas que no funcionan.

 

Es normal.

 

En mi experiencia uno de los principales errores que he cometido ha sido no dar prioridad a lo prioritario, y entretenerme demasiado con cosas que no eran tan importantes.

 

Si tienes un proyecto creativo, quizá tu prioridad es mantener esa frescura.

 

Quizá lo que hace tu proyecto atractivo y rentable es precisamente esa no necesidad de ser rentable.

 

Quizá durante un tiempo.

 

Pero si tienes un negocio, tu prioridad es que el negocio sea rentable.

 

Y si, quizá seas igual de soñador que yo, pero en cualquier caso el cimiento de tu negocio debe ser que sea rentable, y que el producto o servicio que se ofrezca tenga mucha demanda.

 

Una vez que este factor esté claro y no deje margen de dudas, tu prioridad es ofrecer la máxima calidad posible en tu servicio o producto.

 

Y en función de esto, deberás reajustar el concepto y el planteamiento.

 

 

Haciendo números y haciendo pruebas

 

Probablemente, el paso más importante es el de hacer números para comprobar que no estás intentando crear un proyecto imposible, y así tener la certeza de que estás ante algo viable.

 

Conviene analizar mucho qué están haciendo los demás, cómo lo hacen, y estar totalmente enfocad@.

 

Has de abrir bien los ojos y estar receptivo para ver qué funciona realmente y qué no funciona.

 

Es importantísimo hacer uso del Feedback que el mundo te da acerca de lo que ofreces.

 

Y quizá si ves que tienes delante un muro, antes de derribarlo, simplemente puedes analizar que herramienta puedes usar para saltarlo y llegar a donde quieres, en lugar de estamparte.

 

En cualquier caso asegúrate de que los números y los márgenes de beneficio son como mínimo razonables.

 

Y si alguna vez te ves metido de repente en algo que no cuadra, haz los reajustes necesarios hasta que cuadre.

 

Porque sino, lo más recomendable es salir de ahi, y buscar algo más razonable.

 

 

De castillos de naipes a un camino hecho paso a paso

 

Ningún imperio grande ha surgido de la noche a la mañana.

 

Olvídate de pensar en cómo conseguir una idea feliz que arrase.

 

Cuando llevas un tiempo intentando construir algo, te das cuenta de que todo es mucho más simple.

 

Si eres como yo, probablemente estés demasiado distraído imaginando continuamente, y yendo más deprisa que la realidad.

 

Pero al final todo gran proyecto simplemente ha requerido de un esfuerzo constante, haciendo las cosas paso a paso.

 

Y así, de forma tranquila, ir enfrentando en cada paso el problema concreto que tienes delante, yendo poco a poco, disfrutándolo y sin volvernos locos.

 

 

De Freelancer a Emprendedor

 

Es por esto que la transición mas natural y más sana para un creador, o equipo de colaboradores o amigos que quieren emprender una aventura de este tipo suele evolucionar en un cierto orden de fases.

 

En una primera fase, la persona se deja llevar primero por profesores, y después por jefes y empresas para trabajar como empleado. Es una fase necesaria, que puede estar genial, aunque hay personas (como yo) que no se sienten demasiado cómodas en esta fase por demasiado tiempo.

 

En una segunda fase, la persona se libera un poco y decide comenzar a ofrecer productos o servicios para así convertirse en Freelancer (autónomo). Es una evolución pues llegado a este punto, uno ha de organizar todo el planteamiento, pero siempre valiéndose de si mismo. Es una fase sana, muy valiosa y en la que se aprende mucho, aunque también tiene sus limites.

 

Y en una tercera y última fase, llegamos a un punto en que la persona entiende que ya no puede hacerlo todo por si misma, por lo que decide crear algo más grande. Decide crear un proyecto o startup en donde caben más personas, en donde él ya no hará todas las cosas, y en donde habrá colaboradores, trabajos en equipo, y relaciones más complejas que en la fase de Freelancer individual.

 

Es a partir de aquí donde ya no te vales exclusivamente de ti mismo, sino que formas un equipo, donde se organizan los procesos, se encargan cosas a otras personas, encargas cosas que no son tu especialidad, y en definitiva aprendes una de las lecciones más valiosas de todas.

 

Aprendes a delegar, y lo más importante, aprendes cómo delegar, pues es un arte que requiere mucha práctica.

 

 

Conclusiones

 

Construir tu proyecto no es un camino de rosas, pero recorrer ese camino es totalmente razonable y se puede conseguir, de la misma forma en que muchísimas otras personas han materializado ya sus proyectos y ahora disfrutan de sus frutos.

 

Desde BESTDESIGN, te animamos a que recorras tu camino y construyas tu proyecto con fuerza, inteligencia, energía y ánimo, y estaremos aqui para ayudarte en todo lo que necesites.

 

 

 

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